El esclavo de Melkor señor del infierno.

Aqui os pongo una historia sin terminar y si tiene exito la continuaré. Comentad pronto porque estamos dejando el forito un poco abandonado .

La luna llena iluminaba el bosque del norte de la península de Efgar. Allí se situaba la parte más mágica de todo el reino, ya que allí se encontraban las puertas mágicas, donde unos pocos elegidos por la magia que rodeaba la atmósfera de este fragmento de tierra, se encontraban allí, a cargo de los maestros de la orden de Xilas.
Las puertas mágicas eran gigantescos templos de varios pisos, de aspecto pobre y descuidado por fuera, pero de gran riqueza por dentro. En lo mas alto de éstos, se encontraba el ojo de Xilas, el primer mago del mundo que según las leyendas, al morir, había fragmentado sus ojos y colocado en las puertas mágicas para poder vigilar a sus hijos, los futuros magos de Efgar.
En total había 4 puertas mágicas en cada uno de los cuatro puntos cardinales pero en la única en la que había actividad mágica era en la del oeste.
Aquella noche, en el templo, todo se encontraba en un silencio sepulcral. Una sombra salio del interior de la edificación a todo correr. Era un muchacho elfo de rasgos delicado, pelo negro como aquella noche y ojos grises. Se dirigía al bosque con las manos en alto tapándose el rostro. En el interior del bosque los arbustos y las zarzas le arañaban las piernas y le rasgaban las ropas, pero el muchacho no parecía percatarse ya que siguió corriendo hasta llegar a un enorme acantilado de varios cientos de metros de profundidad. Antes de llegar al borde de éste. Cayó al suelo entre gemidos, gritos y gruñidos. Su cuerpo se convulsionó violentamente como si le hubieran clavado un puñal en la espalda. Se revolvió por el suelo. Sus ojos desprendían un brillo blanquecino extraño. Tras revolcarse repetidas veces por el suelo, se quedo bocarriba con los ojos cerrados y con una expresión aterrorizada en el rostro. Cautelosamente, abrió un ojo con temor de encontrarse en el oscuro cielo nocturno su mayor temor, se convulsiono de nuevo y con mayor violencia. Sus ojos se abrieron hasta limites inimaginados y sus pupilas se dilataron hasta convertirse en 2 pequeños puntos en sus enormes iris grises. De repente como si una fuerza invisible le obligara, su cuerpo se echó hacia atrás hasta que sus hombros se hincaron en el suelo y con un prolongado aullido, la bestia celebro su liberación de aquel cuerpo tan pequeño y el principio de una dolorosa transformación. Sus colmillos se agrandaron y afilaron, su cara se alargo formando un hocico, le crecio pelo por todo el cuerpo, la punta de sus dedos se desgarro para dejar crecer unas poderosas garras que al contrario que las de todos los lobos, eran retractiles y entre los restos del pantalón, le salio una enorme cola. Cuando la transformación se completó, el gigantesco lobo negro giró sobre sí mismo.
-Atrión, ¿que haces? Soy yo tu amigo Tarik. No creo que salir al bosque en plena noche te vaya a hacer mañana aprobar el examen ¿Atrión?
La bestia, sonrió para sus adentros y con un aullido salió en busca de aquel que le reclamaba.

Espero que os guste .

¿La vas a continuar? Si es así ya estoy esperando Me ha gustado mucho como lo describes todo, el bosque, el lobo negro, la transformación...
¡Sigue pronto!

No sabes cuanto me alegro de que te guste , aquí pongo otro trozo:

El lobo espió al recién llegado, era un elfo de piel pálida, ojos oscuros y penetrantes, mirada segura y pelo castaño.
El joven elfo daba vueltas sobre sí mismo, empuñaba un trozo de espada quebrada. La bestia bordeó el lugar en cuyo centro se encontraba el muchacho y escondiéndose entre los altos helechos consiguió situarse detrás del joven. Cuando estaba preparado para saltar sobre él, el animal pensó que aquel elfo le sonaba de algo. Sacudió la cabeza, sólo era un elfo. Fue justo en aquel momento en el que el lobo dudó, en el que la parte racional, la parte elfa de la bestia dijo: “Es Tarik mi mejor amigo, como no voy a conocerle.””Es Tarik mi mejor amigo, como no voy a conocerle.” La voz se repitió en la cabeza del animal una y otra vez y éste, intentando quitarse aquel ruido infernal que sonaba en sus oídos se revolcó por el suelo mientras gruñía y gimoteaba al mismo tiempo. Este acto delató su posición y Tarik asustado salió corriendo hacia el interior del bosque.
Cuando el lobo se liberó de aquella voz interior que seguía gritando en algún recóndito lugar de su alma o su cabeza, salió corriendo detrás del muchacho con la boca abierta enseñando orgulloso sus afilados colmillos.
Tarik llegó a un claro, se detuvo y miró con expresión dolorida todas las heridas que las ramas y demás vegetación que crecía a ras de suelo, habían hecho en sus piernas, que ahora se mostraban ensangrentadas e hinchadas. Su corazón latía con tanta fuerza que resonaba en su cabeza como un redoble de tambores. Oyó un aullido no muy lejos de allí, la bestia no tardaría en alcanzarle. De alguna forma, sabía que aquella noche iba a pasar algo importante. ¿Sería su muerte?
El lobo seguía incansable, atravesó el bosque siguiendo el rastro de su presa. También por los restos de sangre que había en las plantas, supo que el elfo estaba herido. El olor de la sangre le dio fuerzas para seguir corriendo.
El animal, conservaba toda la inteligencia de su parte elfa y esto, le permitía trazar planes y estrategias para conseguir antes o -como es este caso- con menos esfuerzo, sus propósitos. Se limitaba a acechar, esperando que la presa, se parara o como mínimo, aminorara el paso, y de esta forma fuera fácil de capturar y matar.
La bestia, llegó a una extensa pradera de lavandas, margaritas y demás flores aromáticas. El lobo se levantó sobre sus dos patas traseras y oteó el horizonte, no se veía nada a lo lejos y allí no podría servirse de su olfato ya que los olores se agolpaban en su desarrollada nariz y le causaban una tremenda confusión. Aulló con fuerza, gritando y maldiciendo, aquella era una amenaza, en su idioma, el lobo estaba pidiendo la revancha y asegurando que la próxima vez, aquel elfo moriría entre sus desarrolladas mandíbulas. Cuando el animal se daba la vuelta para volver a internarse en el bosque, se topó con el cuerpo inerte de un animal, la sangre de su alrededor seguía caliente y la res, sólo tenía una fuerte dentellada en el cuello.
La bestia, sonrió interiormente y con un placentero mordisco sus penas parecieron apagarse y a la vez avivarse su ansia de sangre. Desgarró y destrozó de varios arranques de ira casi el todo el cuerpo del pequeño ciervo, hasta ser casi irreconocible la raza del animal. Cuando se hubo calmado, dejó allí el cuerpo. No había probado ni un solo bocado, ya que su única intención había sido desahogarse. Y lo había conseguido. El lobo se giró de nuevo hacia la pradera y miró a través de los árboles donde un tímido sol empezaba a salir por el este. El animal salió corriendo como si el tiempo le apremiara.

Comentad que me hace mucha ilu !!!

Perdona que no me haya pasado antes pero no he podido . Bueno, he leído esto último y te vuelvo a repetir que me encantan las descripciones Y la sangre que iba dejando el elfo por el camino... aa eso me encanta Me estoy empicando en la historia, ¡sigue pronto!

Pronte pondré un poco más pero esta semana la tengo repletita de examenes... Pero supongo que pondré algo .

Tu tranquila, tómate tu tiempo, yo me esperaré. Eso de los exámenes es una lata, yo también estoy igual.