Pensamientos sobre la Arena [RelatoDePiratas]

Pues este es un relato que escribí para un concurso en LGG, y os lo triago para acá. Si os gusta Piratas del Caribe, Jack Sparrow y demás... espero que os guste!! =)

La luna la observaba desde el cielo, llenando con su tenue luz la playa en la que se encontraba. También la llegaba un poco de luz que desprendía la hoguera que ardía cerca de allí. Podía oír aún las risas y las canciones que sus compañeros cantaban alrededor de ella. La habían hecho con la intención de pasar una noche en la isla. Al amanecer habría que comenzar a reconstruir las partes del barco que habían quedado dañadas tras la terrible tormenta de aquel día. Una tormenta que, Andere lo sabía bien, lo había cambiado todo. Quizá sólo era una tontería que se le había ocurrido a ella, pensaba mientras se tumbaba sobre la blanca arena y sus cabellos pelirrojos se desparramaban sobre ella. Cerró los ojos, volviéndolo a recordar…

La muchacha frunció el ceño. Los nubarrones se cernían en torno al barco. Suspiró, preparándose para una tormenta bastante fuerte. El viento se detuvo. Andere alzó la vista y sintió las primeras gotas empapando su cara. Bajó la mirada y vio a los piratas que comenzaban a disponer todo para la tormenta. El viento comenzó a soplar con fuerza. Andere se deslizó entre las velas, saltando a la borda, cayendo de pies. Oyó la voz del capitán que decía que alguien atase los cañones. Junto con Thecron, se dirigió a hacerlo, pero de repente se resbaló, el viento la empujó y cayó al agua antes de que su compañero pudiese darse cuenta de lo que ocurría. Andere había sentido un golpe en la cabeza y después frío y oscuridad…

El rumor de las olas rompiendo contra la playa la relajaban. La brisa marina le traía a sus oídos una canción, cantada tal vez por alguna sirena en vela que, como ella, se encontraría a la luz de la luna. Parecía mentira que hacía unas horas había estado en medio de una tormenta, a punto de morir, y ahora estaba allí, tumbada en aquella playa…
Andere abrió los ojos, estremeciéndose al recordar el momento en que se había despertado y se había encontrado en la borda. Todos a su alrededor les observaban. La joven pirata se sonrojó al recordar cómo se había dado cuenta de que el capitán la estaba abrazando y estrechando contra sí. Él también estaba empapado, pero no era agua de lluvia lo que había mojado sus ropas. Y no solo estaba el hecho de que él había saltado a salvarla. También era la forma de cómo la había estrechado hacia él, arropándola con sus brazos, protegiéndola…

Hasta ahí llegaba a recordar. Todo lo demás se lo había contado Thecron cuando había ido a llevarla algo de comer a la cama que guardaban para los enfermos. En otras circunstancias, ella se habría negado a permanecer tumbada en aquel camastro, pero aquella vez lo necesitaba.
- Dereck dio la voz de alarma de que alguien se había caído al agua. El capitán vino donde mí y me preguntó dónde estabas. Yo le contesté que eras tú la que había caído y, sin pensárselo dos veces, el capitán saltó…

Pero el capitán siempre decía que no había que arriesgar la vida propia por la de otro marinero en una tormenta. Era peligroso; podían morir ambos. Entonces, ¿por qué él...
No podía dejar de pensar en ello. Llevaba todo el día dándole vueltas. Ni siquiera había querido dejarse llevar por la fiesta y el ron con el resto de sus compañeros. Su botella estaba a su lado, intacta, y eso no era nada usual en un pirata, aunque fuese una mujer. La observó mientras jugueteaba con ella, moviéndola con sus pies, vagamente.

Oyó pasos y se incorporó hasta quedarse sentada. Vio una figura que caminaba sobre la blanca arena de la playa. Ella le observó. Alto, poco mayor que ella misma, con el pelo negro y hasta los hombros, barba de arios días y con sus grandes ojos castaños clavados en ella, Arai se acercaba.
- ¿Te importa que me siente a tu lado, Andere?
- Para nada, mi capitán – contestó ella.
Él la sonrió y la chica no pudo por menos que sorprenderse. Arai nunca sonreía a nadie. Miró la botella de ron que llevaba en la mano y vio que estaba entera. Esa sonrisa no estaba producida por los efectos del alcohol.
- Puedes guardarte las formalidades esta noche. Eres un pirata, ¿no?
Arai se sentó a su lado sobre la arena junto a ella.
- No participas de la fiesta.
- Tú tampoco – contestó ella, sonriendo levemente.
Él se la quedó mirando, balanceando la botella de ron entre las manos.
- ¿Por qué lo has hecho, Arai? – preguntó clavando en él sus ojos verdes – Has roto una norma que haces aprender a los más jóvenes cuando entran como grumetes en el barco. ¿Por qué lo has hecho?
Él se la quedó mirando. Ella aguantó la mirada. Arai se inclinó hacia delante mientras a ella se le aceleraba el corazón. El chico la susurró al oído.
- Porque merecía la pena morir por ti.
Se apartó de su oreja, pero rozó sus labios con los de ella durante un segundo. Cuando la miró a los ojos, Andere sonreía abiertamente. Se volvió a coger la botella de ron, la destapó y la alzó frente a su capitán.
- Un gran pirata soy – cantó, sonriendo maliciosamente.
Él cogió su botella, sonriendo también. La chocó con la de su compañera.
- Brindad, compañeros, yoho.

Se admiten críticas constructivas para mejorar ^_____^

Con lo fan que soy desde pequeña de los piratas esta historia tenía que gustarme fijo. De verdad, me encanta, mola un montón. Yo también estoy escribiendo una historia de piratas.

¡Ah! También me encanta Piratas del Caribe.

esta mu bn